No recuerdo como llegue frente a la puerta del despacho del director, pero allí estaba. Este llama para que entre.
-¡¿Tú?!- Dijo con mirada atónita.
-¡¿Yo?!- Respondí con sarcasmo.
-Te tenía como un alumno ejemplar Meneses.
Con las manos en los bolsillos me senté frente a él sin esperar invitación alguna.
-Qué le puedo decir, todos tenemos un momento de locura. El mío aun no termina.- Dije esto último casi en un susurro al tiempo que tomaba un pisa papeles de su escritorio y le miraba directo a los ojos.
-¿Por qué lo hiciste?- dijo desviando su mirada para posarla en el pisa papeles.
-Estaba aburrido, Director.- Respondí como si esto fuera lo más normal del mundo. Como me encanta sacar de quicio a las personas.
-Entiendes que ahora tenga que llamar a tus padres, ¿cierto?- Su tono estaba apunto de salirse de control.
-No, no tiene.- En ese momento me levanté y le di directo en la frente con el pisa papeles.
domingo, 7 de diciembre de 2008
Aburrida
Estaba cansada de que nunca cambiase nada, esa rutina me aburría terriblemente, así que actué, me levanté, saqué el corta cartón de debajo de la mesa y apuñalé la mano de mi compañera. Habría sido buena idea si ella hubiese sido muda o yo hubiese sido sorda. El grito que dio fue horrendo, casi me reventó los tímpanos y todos se voltearon a mirar. Desesperados tratando de ayudar, sus caras expresaban la real preocupación por ella. Todos gritaron al mismo tiempo cuando quité el corta cartón de su mano y la sangre saltó manchando sus rostros.
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