Mi vida era como una noche sin luna antes de
que te encontrace, muy oscura, pero al menos
había esrellas, puntos de luz y motivacones...
Y entonces tú cruzaste mi cielo como un meteoro.
De pronto, se encendió todo, todo estuvo lleno
de brillantez y belleza. Cuando te fuiste, cuando
el meteoro desapareció por el horizonte, todo se
volvió negro. No había cambiado nada, pero mis
ojos habían quedado cegados por la luz. Ya no
podía ver las estrellas. Y nada tenía sentido.
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